No tenemos enfermedades sino síntomas.
Y estos son información que nos proporciona nuestro cuerpo para ser leída.
Los síntomas son paquetes de información de “algo muy denso” que no debería estar en nuestro cuerpo, por eso nos duele. El dolor es el que nos da la señal que necesitamos para que “eso“ que está en nuestro cuerpo pueda ser eliminado.
No somos personas enfermas, sino personas que tienen síntomas de que algo nos ha desestabilizado debido a alguna circunstancia o vivencia que no hemos podido metabolizar bien. Esto es lo que está produciendo anomalías en nuestros cuerpos; empezando por el mental, seguido por el emocional hasta finalmente manifestarse en el físico. Primero pienso en eso que me da miedo que suceda o pena, rabia, etc. que ya haya sucedido y esto me crea unas emociones que experimento desde el físico, trastornando los procesos biológicos naturales de mi cuerpo y alterando los sistemas hormonales, digestivos, etc. del mismo, provocándole desajustes y finalmente dolor.
No existe la píldora mágica para restablecer el bienestar de nuestro cuerpo, aunque si es verdad que calmar momentáneamente el dolor con algún tratamiento farmacéutico nos ayuda a encontrar nuestro equilibrio y bienestar. Pero no nos podemos conformar con ese tratamiento que “tapona” nuestro síntoma, eso no es curar.
Nos curamos cuando entendemos lo que nos ha pasado y lo sanamos antes de que esos síntomas se vuelvan crónicos.
Por desgracia nos han educado mal y parece que nuestro cuerpo somatiza algo sin más, porque sí, porque somos débiles, vulnerables y el mundo es hostil y está contra nosotros.
Pero eso no es así. La verdad es que somos poderosos porque podemos revertir ese dolor cuando nos hacemos responsables de lo que nos pasa, cuando nos tomamos un tiempo para reflexionar sobre la vida que llevamos y todo lo que nos afecta negativamente.
¡El poder lo tengo yo!
No hay medico, sanador, terapia, etc. malos. Soy yo quien me hago daño y quien tiene que cuidar de mi bienestar. ¡Solo yo tengo ese poder!
El médico, el tratamiento, la terapia, las personas, las circunstancias pueden ayudarme. Pero soy yo quien tiene que hacer lo necesario para estar bien, soy yo quien tiene que sanar ese síntoma que me molesta.
Evidentemente, hay momentos en los que no somos capaces de realizar ese proceso y necesitamos ayuda. Si ese es tu caso no dudes en contactarnos ya sea por mail a Info@universosalud.es o por teléfono o whatsapp a 658 35 91 17.
